La fisioterapia trata principalmente diversas afecciones ortopédicas, como lesiones deportivas u otras afecciones musculoesqueléticas, según Stanford Medicine. Puede estar indicada en una amplia gama de casos, desde tratar una lesión deportiva de un estudiante de secundaria hasta ayudar a un paciente a controlar los síntomas motores y sensoriales de la enfermedad de Parkinson.
Además, la fisioterapia puede tratar tanto el dolor agudo como el crónico. El dolor agudo es repentino y suele acompañar a una lesión, mientras que el crónico dura al menos tres meses.
Independientemente del tipo o el origen del dolor que experimente un paciente, la fisioterapia es una opción de tratamiento rehabilitador que puede favorecer la curación y la movilidad y prevenir potencialmente lesiones más graves en el futuro.
Junto con la ayuda de fisioterapeutas, estos pacientes trabajan para conseguir los objetivos de aliviar el dolor, así como desarrollar, mantener y recuperar el máximo movimiento y capacidad funcional.